Ha habido gente que me ha comentado en los post de “cómo jugar la apertura” que eso les funciona bien, pero luego “no saben que hacer”. Este post pretende ofrecer una guía sobre qué jugar después, al llegar al medio juego. Antes recordamos los principios que gobierna la apertura:
Mover los peones centrales para ocupar el centro. En la apertura, así como el medio juego, es primordial dominar el centro, pues desde allí nuestras piezas podrán saltar a cualquier parte del tablero.
Mover las fichas una sola vez, y procurar no lanzarse nunca al ataque con una o dos piezas (puesto que está condenado al fracaso).
Enrocarse lo antes posible.
….pero, ¿qué hacemos una vez hemos terminado la apertura? En este terreno, denominado medio juego, es más dificil atenerse a reglas fijas, pero si hay algunas consideraciones importantes:
Situar siempre las torres (y ocasionalmente la dama) en columnas abiertas o simiabiertas (semiabierta es una columna donde no hay peon propio, pero si peon enemigo, asi la torre lo atacaria). Especialmente efectivo si además la columna es próxima a la situación del rey enemigo, lo que facilitará el ataque.
Procurar situar los caballos en el centro del tablero o en una casilla cercana. Evitar siempre los caballos en los bordes del tablero. Esta regla es muy lógica: los caballos tienen una movilidad muy limitada, por lo tanto, si está muy retirado del centro siempre será muy costoso moverlo.
Procurar mantener los peones juntos con el vecino. El avace de un peón siempre crea casillas debiles en las casillas laterales al movimiento. Esto es especialmente importante en los peones que protegen al rey. Si los movemos habrá casillas débiles que podrán ser usadas por el enemigo para situar allí piezas para el ataque que no podremos echar con un peón.
Si solo tenemos un alfil (porque el otro lo hemos cambiado o nos lo han comido), procurar entonces que los peones propios se encuentren en casillas de color distinto a las casillas que cubre el alfil. Así el alfil tendrá libertad de movimientos y no tendrá obstaculizado sus movimientos por peones propios. Además, fijando los peones de esta forma, los peones enemigos “tenderán” a ocupar casillas del color opuesto (es decir, del color de casillas del alfil), con lo que alfil podrá fácilmente atacarlos.
Procurar tener siempre el rey protegido, principalmente en la zona del enroque. No exponer el rey cuando todavía queden piezas en el tablero.
Evitar los peones doblados. Por regla general suelen ser una desventaja por motivos obvios, aunque aveces, gracias a haberlos doblado, se genera otro tipo de ventaja que se puede aprovechar, como abrir una fila para que pueda ser usada po las torres.
Por último, la regla mas importante en el medio juego es mantenerse atento al cálculo de variantes. De nada nos sirve lo anterior si nos dejamos una pieza, o un mate en dos jugadas. Por ello, una buena regla es siempre examinar los jaques, las capturas y las amenazas evidentes. Estos movimientos, que son forzados, tienden a formar parte de combinaciones. Hay quien dice que el ajedrez es 99% táctica; para mí esto es exagerado, pero si representa la importancia que tiene la táctica sobre la estrategia.
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